Las fotos de cultivos que se marchitan en los campos por falta de lluvias o de casas destruidas por una tormenta solo permiten entrever el daño que el cambio climático puede provocar a los pobres en el mundo.
Si se profundiza un poco más, la interacción entre la pobreza y el cambio climático se vuelve más compleja.
El pastor que pierde una o dos vacas por la hambruna en medio de una sequía puede creer que su única opción es vender el ganado a precios muy bajos —los únicos precios que puede conseguir— para alimentar a su familia. Es posible que su familia sobreviva a la crisis, pero habrá perdido los activos económicos productivos de los que dependía; activos que permitían enviar a los niños a la escuela y ayudar a su familia a salir de la pobreza. Los niños pierden la oportunidad de recibir educación, el pastor pierde una base económica en la cual sustentarse, y es menos probable que tome riesgos que podrían ayudarlo a aumentar sus ingresos. Escapar de la trampa de la pobreza se hace más difícil.
A medida que los impactos del cambio climático se agravan, será más difícil eliminar la pobreza
Los Gobiernos pueden ayudar a las familias pobres a superar las crisis climáticas, a conservar sus activos intactos y a aumentar su capacidad de adaptación a largo plazo al tiempo que trabajan para atenuar los factores que impulsan el cambio climático. Poner fin a la pobreza exige tomar medidas de manera rápida tanto en materia de pobreza como de cambio climático.
El cambio climático es un obstáculo para poner fin a la pobreza extrema
Tanto las personas que son pobres como las que están apenas por encima de la línea de pobreza son las más vulnerables a los efectos del cambio climático. Tienen menos recursos para adaptarse o recuperarse rápidamente de las crisis y, a menudo, residen en áreas que corren mayor peligro porque estas suelen ser las más asequibles, tales como viviendas ubicadas a lo largo de arroyos que se inundan o en laderas propensas a deslizamientos de tierra, o tierras agrícolas con acceso limitado al agua.
El daño causado por los eventos climáticos extremos a sus casas y negocios puede impedir que los pobres salgan de la pobreza, y es con frecuencia el factor que hace caer a los más vulnerables en la pobreza. Un estudio durante 25 años de los hogares de Andhra Pradesh en India concluyó que el 14 % de los hogares pudo salir de la pobreza, mientras que el 12 % se empobreció; de los que cayeron en la pobreza, el 44 % mencionó como una causa los fenómenos meteorológicos.
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