domingo, 20 de mayo de 2018

Consumo de agua oculto

La cantidad de agua que se usa día a día es elevada. Se usa agua para beber, para la ducha, para lavar ropa y vajilla; pero también se consume agua en la producción de alimentos, papel, ropa, industria, etc. que a veces se ignora que han participado en el proceso. Pocas personas son conscientes del uso directa o indirectamente que va entre 2000 y 5000 litros de agua por día. Esto se da porque las plantas convierten gran cantidad de agua en vapor de agua durante el crecimiento y producción del alimento.
La Huella hídrica o Huella de agua es un indicador que incluye el consumo de agua directo e indirecto de un consumidor o productor, comunidad o empresa y está definida como el volumen total de agua que necesita para producir los productos y servicios consumidos por los mismos. El uso del agua se mide en volumen de agua consumida (o evaporada) y/o contaminada por unidad de tiempo. La huella de agua es un indicador geográfico explícito, que no solo muestra volúmenes de uso y contaminación de agua, sino también los lugares. La huella hídrica de un país (o industria, o persona) se define como el volumen de agua necesaria para la producción de los productos y servicios consumidos por los habitantes de dicho país (o industria, o persona).
Por otra parte, la huella hídrica no sólo es un indicador para orientar el consumo, sino también un instrumento de análisis político a considerar en países con problemas de escasez de agua. Según el informe “Water footprints of nations”, elaborado por la UNESCO, el comercio internacional de agua (en forma de productos alimentarios o industriales) puede ser una solución muy válida para paliar los efectos de la sequía en determinados países, donde el cultivo de alimentos básicos requiere de sistemas de riego muy costosos en términos hídricos y muy poco rentables en términos económicos.Para medir el impacto en las reservas de agua mundiales, se ha creado el concepto de Huella Hídrica de las naciones, un instrumento que permite saber cuánta agua estamos gastando, y racionalizar su uso frente a futuras crisis mundiales de agua.
Huella hídrica en España
El consumo de agua en los hogares es muy poco representativo: tan sólo supone el 5% del gasto, frente al 80% de la agricultura y el 15% de la industria. Según el informe de la UNESCO elaborado en 2004, España es el tercer país con la huella hídrica más elevada por habitante y año. Con una media de 2.325 metros cúbicos al año, alrededor del 36% de esta huella hídrica se origina fuera de España, sólo por detrás de Estados Unidos con 2.483 m3, e Italia con 2.332. En términos absolutos, la huella hídrica total española es de 93,98 Kilómetros cúbicos/año, por encima de la media mundial fijada en 74,52.
España ha sido uno de los primeros países del mundo en introducir la huella hídrica como indicador en los planes de las cuencas hidrográficas. Y esto proporciona resultados llamativos. Así ocurre con la Cuenca del Guadalquivir, donde, como explica la investigadora Aldaya, el 82% de la huella hídrica corresponde a cultivos con una productividad muy baja de menos de 0,4 euros por m3 de agua. O con la del Guadiana, donde en el Alto Guadiana se emplean enormes cantidades de agua en cultivos de bajo valor económico, como los cereales, habiendo otros que aportan más con menos agua (como el viñedo o el olivar). O del entorno de Donaña, donde, como indican estos investigadores, la agricultura consume ya desde hace tiempo parte del agua que se calcula que necesita la naturaleza del espacio natural.
España importa muchísima agua en forma de cereales y piensos, fundamentalmente para alimentar al ganado, que la que exporta en forma de frutas y hortalizas. Sin este “comercio de agua virtual” , los españoles sólo podrían comer como máximo la mitad de carne que consumen actualmente.
España es extremadamente sensible a la sequía y a la falta de agua. Al inicio del verano algunas de las principales cuencas hidrográficas entran en números rojos, aumentando el riesgo de restricciones de suministro. Por esto, cada vez son más las personas que saben la importancia que tiene ahorrar agua en el ámbito personal, sobre todo en regiones donde existe un mayor grado de estrés hídrico.
Reducción de huella hídrica
Existen países que sufren gran escasez de agua y tienen una dependencia de la importación de agua poco relevante. En el caso de Yemen, por ejemplo, se debe a que no poseen los recursos económicos suficientes como para adquirir productos que les permitan ahorrar agua virtual. En el caso de Egipto, es el consumo masivo de agua del Nilo el que reduce severamente la importación.
Es lógico que a mayor huella hídrica, mayor PIB y mayor consumo. Se dice que un país sufre escasez de agua cuando el consumo total supera a los recursos renovables de agua disponibles. Desde el punto de vista de los recursos hídricos, es probable que exista una relación positiva entre la escasez de agua y la dependencia respecto a la importación de agua.
Formas de reducir la huella:

– Romper la aparentemente obvia conexión entre crecimiento económico y aumento de consumo de agua, adoptando técnicas de producción que permitan ahorrar agua.

– La aplicación de técnicas más eficaces para la recogida de agua de lluvia y la mejora de los regadíos en agricultura.

– Cambiar los patrones de consumo hacia productos con menor contenido de agua virtual; por ejemplo, reduciendo el consumo de carne. Los productos manufacturados necesitan más agua que los naturales, las dietas ricas en carnes suponen una huella hídrica mucho mayor que las dietas vegetarianas.

– Realizar campañas de concienciación y etiquetar los productos de manera que quede reflejado el coste en términos de uso del agua. Aumentar el precio de aquellos productos con más uso de agua virtual.
– El comercio mundial de agua virtual puede contribuir al ahorro de agua. Este nuevo concepto propone a los países áridos reducir la presión sobre los recursos disponibles importando los productos que requieren mayor cantidad de agua del exterior, y produciendo los bienes y servicios con menor consumo de agua. Por ejemplo, Jordania ha conseguido externalizar con éxito parte de su huella hídrica importando trigo y arroz de los Estados Unidos, que tiene una mayor productividad que Jordania. Varios países como Israel o Jordania, ya han elaborado políticas para reducir la exportación de productos que requieran grandes cantidades de agua.





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